Muchas veces por el motivo que sea necesitamos cambiar de formato rápidamente a una o varias imágenes, y aquí es cuando nos encontramos en la problemática de necesitar un ajuste rápido y no tener ningún programa específico para ello a mano.
No obstante, si usamos Windows tenemos a nuestro alcance una solución rápida y efectiva que no necesita de descargar ningún software extra, que es cambiar el formato de las imágenes con Paint.
Para ello solo tenemos que abrir una imagen con Paint, lo que podemos hacer desde la propia herramienta o haciendo clic derecho en una imagen y seleccionando Editar. Tras ello, pulsaremos en el menú de Archivo y posteriormente en Guardar como para que desplegue un menú con todas las opciones disponibles.
Ahí simplemente tendremos que elegir el formato que necesitemos y seleccionaremos donde guardar una copia de la imagen a la que hemos cambiado el formato con Paint. Proceso tan rápido y sencillo como efectivo.
Esto yo lo hacía desde xp.